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sábado, 25 de abril de 2015

WORDS, WORDS, WORDS

No pocas personas se han hecho lenguas del magnífico discurso  pronunciado por Juan  Goytisolo en el acto en que se le hizo entrega del Cervantes 2014, tan alternativo, tan à la page, tan de jugador de baloncesto que realiza un mate in the face, ante la oposición del pívot más alto del equipo rival. Sin embargo, y a la luz de una lectura más sosegada, un discurso tan aparentemente rompedor posee no pocas y profundas grietas.

El escritor barcelonés confiesa su  pecado de juventud literario: “A comienzos de mi larga trayectoria, primero de literato, luego de aprendiz de escribidor, incurrí en la vanagloria de la búsqueda del éxito -atraer la luz de los focos, ‘ser noticia’”. El/la escritor/a primerizo/a que no haya (hayamos) tenido esa veleidad, que levante la mano. No obstante, aun con una setentena de libros en su haber y con una calidad literaria incuestionable, nada ha impedido que esa vanagloria haya perdurado de forma sorda pero permanente, y que eso se haya visto reflejado justamente, con el paso de los años, en la aceptación del premio y lucimiento de ese estilo tan de realismo de posguerra en su elocución, aunque no por ello menos estudiado y sopesado. Todo ello resulta aún tanto más chocante por cuanto Goytisolo afirmó categóricamente en entrevista concedida al ABC en 2001 que rechazaría el Cervantes si le fuese concedido[1].


Si Goytisolo se sentía dudar de sí mismo ante el reconocimiento de la “institución literaria”, ¿qué le impedía renunciar al premio, que él sentía como “un golpe de espada en el agua, como una inútil celebración”? Ya otras personas destacadas del mundo del arte y la literatura como Javier Marías[2], Jordi Savall[3] o Isabel Steva Hernández “Colita”[4] experimentaron esa misma duda y renunciaron en conciencia a sendos premios institucionales ¿De qué sirve proclamarse de nacionalidad cervantina inventando, de paso, el bonito neologismo “cervantear”? ¿De qué reivindicar el que las instituciones no le saquen jugo a los “pobres huesos de Cervantes”, esas mismas instituciones que le han concedido el premio? ¿De qué lado se coloca Goytisolo aceptando el premio: del de la “exquisita mierda de la gloria” o del de “deshacer tuertos y socorrer y acudir a los miserables”? Rechina ver a alguien que habla “de un mundo aquejado de paro, corrupción, precariedad, crecientes desigualdades sociales y exilio profesional de los jóvenes como en el que actualmente vivimos” aceptar tal premio. Rematar el discurso de premiado con una intervención más propia de un mitin de Podemos, con el dorado metal del premio colgado al cuello, ante la monarquía y en la universidad de Alcalá de Henares acaba por producir auténtica dentera cuando no un serio trastorno gástrico.


Con todo esto, la cita a Dámaso Alonso como rescatador de Góngora (“¡Quién pudiera estar aún en la oposición!”) palidece hueramente cual cartel electoral pegado en una pared y ajado por el sol y la lluvia ante aquélla otra de Quevedo: “Poderoso caballero es don Dinero”. Ciento veinticinco mil euros, una medalla y acceder de hecho al halago del premio separan a Goytisolo de su coherencia y “modestia” de “hombre libre” y de ser una figura con autoridad intelectual a ser sólo un gran escribidor arrimado a las instituciones. Las mismas que con cinismo necrófago mancillan la memoria de artistas muertxs que ejercitaron sin vacilaciones y a la llana (ellxs sí) la libertad de expresión. Las mismas instituciones que amordazan a la población para que no les suelte a la cara verdades incómodas sin edulcorar. Las mismas que, simultáneamente al acto de entrega del Cervantes, reducían sin contemplaciones a una activista de Femen como si de un peligroso terrorista se tratara.

Protestar no es ilegal. Democracia sin mordaza. Desgobierno culpable, violador de libertades. Esas palabras sí merecen un respeto: están respaldadas por las obras.




[1] “No aceptaré nunca el Cervantes”, entrevista realizada a Juan Goytisolo, ABC, 10 de febrero de 2001 (http://www.abc.es/hemeroteca/historico-10-02-2001/abc/Cultura/no-aceptare-nunca-el-cervantes_11820.html).
[2] “Javier Marías rechaza el Nacional de Narrativa por ‘Los enamoramientos’”, El País, 25 de octubre de 2012 (http://cultura.elpais.com/cultura/2012/04/21/actualidad/1334998646_622912.html).
[3] “Jordi Savall rechaza el Premio Nacional de Música”, El País, 30 de octubre de 2014 (http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/10/30/catalunya/1414677772_490268.html).
[4] “Colita renuncia al premio Nacional de Fotografía por la política del Gobierno”, El País, 7 de noviembre de 2014 (http://cultura.elpais.com/cultura/2014/11/07/actualidad/1415355782_121507.html).


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