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lunes, 15 de junio de 2015

LA SALSA ES INDIGESTA PARA LA IGUALDAD

En una entrada anterior de este blog ya realicé un análisis con perspectiva de género sobre el contenido en las letras de la discografía de Romeo Santos con motivo de su concierto en el estadio de Adeje (Tenerife) el pasado 3 de abril de 2015[1]. Al parecer, el Cabildo de dicha isla debe estar bien satisfecho con este tipo de, digamos, música y, sobre todo, con su repercusión en taquilla, hasta el punto de que vuelve a promover un concierto en el sur de Tenerife –esta vez en el estadio olímpico de Arona– para regocijo de esa muchedumbre devota de la salsa, la pachanga y demás ritmos latinos tan sabrosos como poco sustanciosos, por los que no vacilará en pagar de 40 euros en adelante esta vez para ver a principios de julio al cacareadísimo Marc Anthony, en cuya producción no voy a abundar aquí porque es más del mismo patriarcado y la cuestión a tratar en la presente entrada es otra.


Con ser esto lamentable habiendo como hay necesidades mucho más urgentes en educación, atención social y sociosanitaria, dotación de infraestructuras, etc. –y que me llamen populista y demagogo–, lo más chocante para servidor fue saber que la promoción del concierto de Marc Anthony corre a cargo, entre otras instancias administrativas, de la Consejería de Gobierno Abierto, Acción Social, Educación, Juventud, Cultura, Deportes e… ¡¡¡IGUALDAD!!! Obviemos que lo peor sea destinar parte de una partida presupuestaria a espectáculos, ésos sí, populistas; y pasemos a advertir la flagrante contradicción e incoherencia en que incurre el Cabildo a través de dicha Consejería amparando, por un lado, conciertos de contenido no ya eventual sino continuada y profundamente sexista y, por otro, la creación de un marco estratégico de supuestas políticas igualitarias denominado Tenerife Violeta, “con el objetivo de paliar y reducir el abismo de desigualdad que la situación económica actual ha profundizado entre géneros”[2] y bajo la consigna, entre otras, del logotipo “Machis No”.


Hasta tal punto llegan la descoordinación y la arbitrariedad cuasi esquizofrénicas entre áreas de la misma Consejería que Educación, Juventud e Igualdad corresponden a un compartimento y el resto de áreas, a otro. Así se podrá dar pie, desde el compartimento en que se halla Cultura, a justificar la organización de conciertos de pachanga porque –alegarán es una expresión del sentir popular predominante en la isla y tal, mientras a través del compartimento de Igualdad se logra congraciarse con los colectivos pro-igualitarios (y para colmo no con todos, sino con los más cercanos a las angarillas de la oficialidad imperante, actualmente unos setenta). Lo que en lenguaje popular y román paladino se viene llamando postureo y ser unx(s) bienqueda.

Algo tiene que cambiar muy mucho en la forma de hacer política para que las atenciones que la sociedad realmente demanda sean atendidas como merece y se deseche de una vez lo superfluo del pan y circo –o peor aún, del circo sin pan– y lo de que al final todo cambie para seguir con más de lo mismo y de la misma mediocridad. Quienes tenemos paladar estamos hartos de siempre los mismos refritos, la misma comida rápida, la misma salsa llena de aditivos que nos tiene el estómago hecho polvo. Tenemos hambre, mucha hambre. Queremos un menú nuevo, original y con fundamento. Y no nos valen sucedáneos.





[1] “Romeo, ese neorromántico”, en Nuevomar, 29 de marzo de 2015 (http://nuevo-mar.blogspot.com.es/2015/03/romeo-ese-neorromantico.html).

[2] “La Consejería de Igualdad del Cabildo de Tenerife pone en marcha la iniciativa Tenerife Violeta”, en Fundación General Universidad La Laguna (http://www.fg.ull.es/es/noticia/la_consejeria_de_igualdad_del_cabildo_de_tenerife_pone_en_marcha_la_iniciativa_tenerife_violeta/872/).